En los últimos años, la economía de Estados Unidos ha estado en una senda de crecimiento, impulsada por una combinación de políticas fiscales y monetarias expansivas. Sin embargo, a pesar de las señales de un crecimiento económico sólido, la salud financiera de los hogares estadounidenses ha comenzado a mostrar signos de estrés.
Un artículo reciente de Bloomberg informa que los retrasos en los pagos de préstamos para automóviles y tarjetas de crédito están aumentando, lo que indica que algunos hogares estadounidenses están luchando por cumplir con sus obligaciones financieras. Según la Asociación de Banqueros de Estados Unidos, la tasa de morosidad en préstamos para automóviles ha aumentado a su nivel más alto desde 2012, mientras que la tasa de morosidad en tarjetas de crédito ha aumentado a su nivel más alto en siete años.
Este aumento en los retrasos en los pagos y la tasa de morosidad en los préstamos es motivo de preocupación, ya que puede tener un impacto significativo en la economía de Estados Unidos en general. Si bien el aumento del PIB sugiere que la economía está creciendo, el hecho de que muchas personas estén luchando para mantenerse al día con sus obligaciones financieras puede limitar el potencial de crecimiento futuro.
Continue reading