Actualmente los movimientos económicos y financieros internacionales provoca que las grandes empresas tomen decisiones conservadoras en relación al manejo de sus flujos de efectivo.
La volatilidad en las tasas de interés y el tipo de cambio hace que sea difícil pronosticar las tendencias de los mismos y en su defecto calcular las probabilidades de que estos cambios golpeen las finanzas de una empresa.
El tener dinero disponible tiene un efecto de costo de oportunidad, es decir, ¿que hago con este dinero?, ¿invertir en activos productivos? ¿invertir en activos financieros?.
La misma incertidumbre del comportamiento de la economía, específicamente en el consumo de la población, provoca que las empresas no se sientan seguras de invertir en sus activos productivos como: expandir capacidad productiva, comprar máquinas, contratar personal, etcétera. Y para no perder un rendimiento, estas empresas destinan su dinero en la compra de activos financieros como lo pueden ser: bonos, acciones, ETF’s, etcétera.
Lo importante a destacar es, identificar las decisiones de las grandes empresas, entender el comportamiento del mercado y sobre todo, saber aprovechar las circunstancias que se presentan.
En temas financieros, es de destacar que todas las empresas, independientemente de su tamaño y giro, deberían de contar un con colchón de dinero para enfrentar situaciones improbables, esto antes de recurrir a algún tipo de financiamiento; eso habla de una administración precavida.
Analicemos nuestros estados financieros para determinar nuestra situación financiera, identifiquemos vulnerabilidades en las que pueda estar expuesto nuestro negocio y realicemos acciones preventivas para evitar en lo mas posible las acciones correctivas, las cuales son las mas difíciles de ejecutar.
Las empresas más grandes listadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) prefieren mantenerse con grandes posiciones de liquidez e invertir dichos recursos en instrumentos de inversión financieros, que realizan inversiones productivas para buscar una mayor expansión.
Origen: Grandes Empresas prefieren mantenerse líquidas | El Economista
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